lunes, 16 de diciembre de 2013

Cádiz en boca de un gaditano:

Cádiz, el mejor lugar 

del mundo


Cádiz, es la provincia con más arte de Andalucía, que a su vez es la comunidad con más arte de España, que a su vez es el país con más arte del mundo. Como gaditano de pro, y exiliado en Madrid, no hay nada que más me duela que estar lejos de mi Cai.
Pero mejor me dejo de pamplinas y paso a enumerar, brevemente, las maravillas de Cadizfornia.
GEOGRAFÍA
-Cádiz es la capital más meridional del continente europeo. Eso es al sur.
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-Cádiz se comunica con el resto del mundo:
1. Con España, se comunica por Sevilla, por medio de una autopista de peaje y una línea de tren que no es de alta velocidad, pero que va muy recta.
2. Con África se comunica con un ferry.
3.Con Gibraltar se comunica con una puerta grande y una valla, que aquí se llama una “cancela”.
-La ciudad de Cádiz es casi una isla, está conectada al resto de la provincia por un istmo muy fino y por el puente Carranza. Cádiz es la única ciudad de España que tiene istmo. Porque Cádiz tiene de todo, menos empleos fijos y plazas de aparcamiento. No hay aparcamiento porque cada vez que se hace un “boquete” o sale agua o sale un sarcófago fenicio. Y por eso ya no hacemos más “boquetes”.


HISTORIA
-Cádiz es la ciudad viva más antigua de Europa y tiene más de tres mil años. Aunque si vas en agosto a las cuatro de la tarde, lo de ciudad viva es mucho decir.
-Cádiz es tan antigua que hay ruinas romanas de nueva construcción.
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DEMOGRAFÍA
-Hay poco más de un millón de gaditanos, porque lo bueno tampoco tiene que ser abundante.
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-Se habla mucho de la mujer cordobesa, pero la mujer gaditana es más o menos igual de guapa y mucho más espabilá. Para salir de la crisis, yo pondría a gobernar a cinco madres gaditanas.
-Saldríamos en dos fines de semana.
-Si eres de la provincia de Cádiz puedes ser de cuatro sitios:
a) De Cai: de la provincia.
b) De Cai Cai: de la capital.
c) De Cai Cai Cai: de la capital, pero de dentro de Puerta de Tierra (barrio de la Viña y alrededores).
d) De Jérez: que también eres de Cai, pero que tienes tus manías.
LENGUAJE
-El lenguaje gaditano es una evolución del andaluz, que a su vez es una evolución del castellano. Esto lo convierte en una de las formas de expresión más avanzadas del mundo y, según los expertos, en 2050 más de la mitad de la población mundial hablará gaditano.


-En Cádiz no se cecea, ni se sesea, ni se jejea. Se hacen las tres a la vez y según convenga.
-El gaditano está orgulloso de su acento. Solamente Kiko Narváez intenta hablar fino y no le sale.
-En Cádiz cuando alguien se hace el fino, se le llama “fisno” y se ríen de él.
-Si has nacido niño te llamarán “pisha” y si has nacido niña “shosho”. Esta metonimia genital se aplica tengas 3 meses de vida o 84 años de edad y es de las cosas más prácticas del universo.
-El gaditano lleva forjada a fuego la ironía, el sarcasmo, la guasa y la chufla. Es el único lenguaje del mundo que permite hablar sin hablar.
-También es el único lenguaje en utilizar la triple negación “No, ni na” como afirmación. “- ¿No vas a comer jamón? - No, ni na”.
-Polivalencia del lenguaje: dicen que los esquimales tienen 50 palabras para decir nieve y los gallegos tienen 100 para decir lluvia. Mientras tanto, los gaditanos tienen 294 formas de pronunciar “hijoputa” con sus 294 significados diferentes.
-El gaditano nunca miente, un gaditano exagera. Un gaditano medio exagera unas 58 millones de veces al día.
-En Cai se abrevia, se resume. De claro se pasa a “aro”. De fíjate a “Ite”. De chiquillo se pasa a “quillo” y de “quillo” se pasa a “illo”. Si tu conduces un coche por Cádiz y alguien te hace una pirula, le puedes decir “Disculpa, pero acabas de hacer una maniobra peligrosa que casi acaba con un choque entre nuestros vehículos” o “¡Illooo!”, que en ese contexto significa lo mismo.
-El gaditano es un lenguaje económico. Un gaditano te puede escribir una novela con introducción, nudo y desenlace en un sólo tweet.
-Un saludo típico en la calle es un “- ¡Eh! - ¡Ah!”. Más corto no se puede.
-Si alguien es de Cai Cai utilizará la palabra "bastinazo" como palabra comodín. Un bastinazo es una unidad de medida, impresión, calidad, cualidad, fondo o forma. La expresión “Ohu, pisha, qué bastinazo” se puede sustituir por cualquier tipo de exclamación. Otros ejemplos de su uso son: “Bastinazo de gente hay en la playa”, “Qué bastinazo de moto te has comprado, pisha” o “Un bastinazo tu prima, Juan Rafael”.
-El gaditano es experto en el insulto fino, y si bien hay palabras explícitas como “sieso” o “carajote” que tienen mucha gracia, un gaditano te puede poner de vuelta y media y a ti hacerte gracia.
-Para describir bondad se utiliza “buena gente”. “Paco es muy buena gente” o “Paco es un montón de buena gente”. En gaditano, a diferencia de lo que ocurre con el sevillano o el granadino, no existe una palabra para decir “mala gente” porque no la hay.
-Lo que sí hay es algún pesado. A estos los denominamos “jartibles”.
CULTURA
-La tierra gaditana ha sido cuna de artistas ilustres como Rafael Alberti, Manuel de Falla, José María Pemán o las Costus. También las dos grandes de España, Lola Flores y Rocío Jurado, nacieron en Jerez y Chipiona.
-Si todo esto no les parece suficiente, también tenemos a Bertín Osborne, que junto con Paul Newman es el único artista que tiene una marca de productos alimenticios.
-En todos los pueblos de Cádiz hay Semana Santa, Feria y una hermandad del Rocío. Con esas tres cosas puedes estar entretenido todo el año.
-Además de todo esto, está el Carnaval, que es la sublimación del arte gaditano. En Carnaval, aparte de disfraces, hay chirigotas, comparsas, coros y cuartetos, que compiten todos los años en el Teatro Falla. Un gaditano carnavalero se sabe el nombre de todas las chirigotas y comparsas importantes de los últimos 25 años. Podemos olvidarnos de lo que hicimos ayer, pero el popurrí de “Terror terrorífico en la casa del horror horroroso” nos lo sabemos de memoria. Una de las aficiones favoritas del gaditano es criticar los resultados del Carnaval, que siempre son tremendamente injustos.


DEPORTE
-Hay dos equipos de fútbol importantes, el Cádiz y el Xerez, entre los cuales hay una feroz rivalidad, aunque ninguno de los dos pasa ahora mismo por su mejor momento.
-En verano se celebra el Trofeo Carranza de fútbol, que es una excusa para todos los de Cai Cai para hacer barbacoas en la playa. Es entonces cuando el estadio está vacío y la playa llena.
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-Otros deportes típicamente gaditanos son la vela, el kitesurf, el polo, las carreras de caballo en la playa de Sanlúcar y las clásicas carreras de lanchas rápidas entre contrabandistas y la guardia civil.
TURISMO
-Cádiz es un sitio horrible. No vengáis nunca.
-Es broma, Cádiz es el mejor lugar del mundo, pero no nos gusta que se llene de gente ni que construyan muchos edificios, que aquí se llaman bloques.
-Cádiz y Jerez son ciudades llenas de vida, cultura, historia y de mil callejones donde perderse, pero el turista viene a la playa, y cuando haya levante ya si eso visitará las ciudades.
-Hay pueblos como Conil o Vejer de la Frontera donde te quieres quedar a vivir, pero no te vas a quedar porque no te atreves a cambiar de vida como en los anuncios de Aquarius.
-Las playas de Cádiz son las mejores de España. El Atlántico es limpio, de agua fría, de mareas grandes y de arena blanca y fina. Si alguien no ha estado nunca en El Palmar, Bolonia, Punta Paloma, Zahara de los Atunes, la playa de los alemanes, Caños de Meca o las calas de Roche, no sabe lo que es una playa.
-Cádiz es un lugar de contrastes. Es la provincia donde más horas de sol hay al día, pero también tiene el sitio donde más llueve en España, que está en la sierra de Grazalema. La sierra de Grazalema es uno de esos tesoros perdidos de los que nadie habla y es mejor así.
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EL VIENTO
-En Cádiz hay una temperatura media anual de unos 18ºC, pero eso da igual, lo importante es si hay viento de levante o hay viento de poniente.
-El poniente viene del mar, es fresquito (a veces demasiado) y deja un clima agradable con una brisa suave que te obliga a ponerte la mantita por la noche en agosto. El poniente es traicionero, porque a pesar de la temperatura, hay un sol de justicia que te va a quemar hasta el hueso.
-El jardín del edén de Adán y Eva era Cádiz sin levante. El levante es un viento que viene del este, vuelve locos a los que viven en Tarifa y hace de tu día de playa un auténtico infierno. Puede llegar a velocidades de 50 nudos. 50 nudos no sé cuánto es pero en Cádiz se le llama “levantera” o “levantera der carajo”. El levante hace que la arena de la playa sean perdigones y que las sombrillas vuelen hasta las indias orientales pasando por América.
-El deporte favorito de los gaditanos es predecir el viento. Una conversación típica es la siguiente:
- Que levantera vamos a tener mañana...
- Illo, esto ya no es levante, esto está cambiando a sur.
- Qué va a cambiar… tenemos levante hasta el lunes.
- Que no pisha, que levante juevero no es dominguero.
- Hazme caso, ¿tú no ves la mancha mosquitos que hay? Pues esto es levante, pisha.
- Tú va a ver como el sábado salta el poniente.
- Ajolá, porque vaya veranito estamos pasando de calor.
- Flama, pisha… flama.
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CHISTES
-Estamos hartos de los clichés que dicen que los gaditanos no trabajamos, pero somos graciosos y estamos todo el día contando chistes. Los gaditanos, además de contar chistes y no trabajar, también dormimos la siesta y tomamos cubatitas.
-Estereotipos aparte, el gaditano es gracioso porque desde que nace está riéndose de sí mismo. Si Freud hubiese vivido en Cádiz hubiese renegado del psicoanálisis. De hecho, si Freud hubiese vivido en Cádiz, hubiese trabajado en Astilleros.



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-En Cádiz lo que hay es arte, gracia y salero (y no significan lo mismo). No hay piropo más bonito para una gaditana que un “Qué arte tiene, shosho”.
-Un gaditano se cae por una escalera, se rompe el brazo y a la pregunta de “Pisha, ¿te has caído?” contesta “No, shosho, me he tirao”. Eso es un gaditano. Gracioso aunque tenga el brazo mirando a Rota.
-Porque en Cádiz las cosas no se ponen mirando a Cuenca. En Cádiz se ponen mirando a Rota, que más o menos todos sabemos donde está.

GASTRONOMÍA
-Una de las leyendas más falsas del turismo español es que Cádiz no se come bien. En Cádiz se come y se bebe como en ningún sitio. Palabra.


-Y es que no hay nada como un pescaíto bien frito, como una madre jerezana haciendo menudo, carne al toro y papas con chocos. No hay nada como comerse una urta a la roteña en El Faro, una pavía de merluza en Casa Paco, el origen de la vida de Aponiente, la caballa adobada del Gonzalo o la perdiz a la piñonera del Chato. No hay como un guiso de cazón puertorrealeño o unos langostinos en el Bigote de Sanlúcar. No hay como el sashimi de atún de Barbate de El Campero, un morrillo de almadraba en La Chanca, una mojama de bacoreta, unas huevas aliñadas, o un festín con vino fino en la feria de Jerez. No hay como un tapeo por la Viña, como un desayuno en la Venta el Pollo o como unos camarones en cucurucho en la playa. No hay como un chuletón de retinto en una terraza de Vejer, como un bocinegro en El Palmar y un borriquete en Conil. No hay mayor placer que unas cañaillas con una manzanilla o un queso payoyo de Grazalema, con un buen tinto de la tierra.
-Si es que en Cádiz, hasta en las papas aliñás hay arte. Carajo.


Cádiz, en siete pecados

Blanca, luminosa y rodeada de agua salada. Así es la Tacita de Plata, la más colonial y americana de las capitales de Andalucía. Un océano y una bahía la abrazan. Y su provincia es única. La descubrimos desde la gula a la pereza, la ira, la lujuria y hasta la envidia

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Un atardecer frente a La Caleta, con las barquitas de los viñeros en un primer plano, o un largo paseo a la orilla de la Playa Victoria, en la parte nueva de la ciudad, es siempre una invitación a la contemplación relajada; a la Pereza, vamos. El último verano Caleta, Santa María, Victoria y Cortadura consiguieron, un año más, todas las banderas y parabienes europeos para certificarse como playas de excelencia. Un reclamo que (queda dicho) no debe ocultar lo que otras playas no tienen... Y vamos allá.

Dejando atrás la parte nueva de la ciudad, y esa interminable playa que de Cortadura pasa a llamarse Victoria y luego Playita de las Mujeres, se cruzan las Puertas de Tierra, uno de los muchos baluartes y fortificaciones defensivas de la ciudad que el turista puede visitar. Y un lugar ideal para reencarnarse en cualquier comerciante dieciochesco en el que la Avaricia no sea más que atributo novelesco, o novelero...

Atravesar los arcos de esas Puertas de Tierra es adentrarse en una ciudad que, a sólo unos pasos, muestra al visitante un extenso patrimonio cultural y arquitectónico que diferentes civilizaciones dejaron en Cádiz a través de los siglos: fenicios, griegos, romanos, los siempre presentes comerciantes... Y hasta los diputados españoles y americanos, que convirtieron Cádiz en capital de España al proclamar la primera Constitución en 1812 en un templo que (entre otras cosas) guarda un espléndido retablo de los genoveses, los hermanos Schiaffino: lugar para dejarse llevar por la Soberbia todo aquel que quiera atribuirse, como gaditano adoptivo, ser padre de la primera Constitución española.

-La Torre Tavira-

Dos o tres calles más abajo se pasa (y se sube) a la Torre Tavira. La torre mirador situada a mayor altitud, desde donde se puede divisar una isla de blancas azoteas sobre un inmenso azul. E intentar ver quién tiene la colada más inmaculada gracias a una cámara oscura pionera en España. A dos pasos, pronto será visitable uno de los yacimientos fenicios más importantes del Mediterráneo. Bajo un teatro estable de títeres dedicado a La Tía Norica, entrañable títere gaditano y vestigio vivo de los titiriteros españoles, se esconde aún un laberinto de calles y casas de los que habitaron hace casi treinta siglos las islas gaditanas.
Azoteas de Cádiz - Miguel Ángel Alfaro

Frente a su puerta habrá que hacer un ejercicio de cuello y cabeza para descubrir uno de los secretos gaditanos: el ángel negro aplastado por la Ira del arcángel San Miguel, en una hornacina que algunos atribuyen a La Roldana o su escuela, y en la que otros quieren ver el guiño de alguna incipiente sociedad masónica de las que tanto se prodigaron en Cádiz. A la trasera del Teatro de Títeres, en una pequeñita fábrica se fermenta, con miel de la sierra gaditana, cerveza con nombre de uno de los bávaros pioneros en este arte que se afincó en Cádiz a finales del XIX, Maier.

Cien metros abajo, abre sus puertas la tienda de uno de los chocolates más prestigiosos del mercado nacional, Pancracio, también de origen gaditano aunque el producto tenga una génesis neoyorquina. Sexo y chocolate, directamente también se expone en el hotel Barceló bajo la fórmula de Catas con Arte, con degustación (del chocolate) y disertación científica, ¿qué se le va a hacer?, sobre lo otro. Momento para la dulce Gula del cacao que (¿cómo no?) también llegó a Europa por Cádiz.

-Lo cosmopolita y lo local-

Y acercándose de nuevo al mar, en el Espacio de Creación Contemporánea (ECCO), se exhibe quizás la colección más importante de Costus, los pintores de aquella movida madrileña que con su Valle de los Caídos recrearon bajo la iconografía del monumento funerario a una Bibi Andersen transformada en Virgen del Carmen o la Piedad de Alaska. Un universo pictórico donde es fácil descubrir la trasgresión, salpicado de la guasa gaditana de Enrique Naya y ese punto de Lujuria de una época que ahora se ve reflejada de manera permanente en las salas de este nuevo espacio gaditano.





Mezclar de forma tan fluida el arte contemporáneo con el neoclasicismo de un caserío inigualable en tan pocas calles sólo podía funcionar en Cádiz, donde por algún motivo que aún habrá que estudiar lo nuevo y lo viejo, lo foráneo y lo propio, lo cosmopolita y lo local, van entrelazándose de manera natural para dar como resultado una ciudad donde apetece quedarse a ver pasar otros tres mil años de historia. Ah, y queda el séptimo. Lo importante cuando se viaja a Cádiz es destapar alguna esencia. No es difícil. No se cobra entrada. De hecho, no hay que entrar en ningún sitio.

Sólo hay que hablar con algún gaditano. Ideal sería encontrar (ya no quedan tantas) alguna de aquellas gaditanas que sobre todo en verano se alía con el fresco de la tarde y la sombra del laberinto de los callejones. Avisados: no hay que forzar. Todo fluye. Una conversación tranquila, un mirar reposado y una sentencia con gracia. La serenidad de saberse ciudadana de Gades, que pasarán fenicios, romanos, cartagineses y moros. Cristianos, desastres, mercados, hambres y burbujas... y Cádiz estará allí. Y esa señora, en el fresco de la tarde, también. Tú inicias la vuelta, dejas atrás la sillita de enea, la sombra y la señora, y al cabo de la calle vuelves la mirada antes de doblar la esquina. 
Y sí. 
Eso es Envidia.

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