domingo, 4 de noviembre de 2012

"El reino que estaba para mí". Un bello recorrido literario entre dos orillas

"El reino que estaba para mí"
Cádiz en la poesía hispánica del siglo XX (y XXI)



    La Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Letras y Artes de Cádiz abre el curso 2012-2013 recibiendo en su seno a nuestra querida profesora Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier que ocupará el sillón de José María Pemán. Su discurso, "El reino que estaba para mí. Cádiz en la poesía hispánica del siglo XX (y XXI)" es un delicioso recorrido literario por la historia de Cádiz y sus continuos lazos con la otra orilla, Hispanoamérica.

    
    Sucedo en el sillón 17 al Excmo. Sr. D. José María Pemán y Pemartín, que ingresó en esta casa en 1921 y la presidió de 1939 hasta su fallecimiento. [...]
Dedicó D. José María Pemán su discurso de ingreso en esta casa a glosar la poesía hispanoamericana, pues realmente él entró aquí, muy joven, como poeta. En su memoria , y en memoria del bicentenario que este año 2012 celebramos, he escogido el tema de este trabajo: Cádiz en la poesía hispánica del siglo XX. El título, "El reino que estaba para mí", es un verso de Rubén Darío que muchos años después retomó Álvaro Mutis para referirse a lo que esta ciudad significa para él: un legado, un sueño, acaso un imposible. Y, también, a través de siglos de sangre y lengua común, un viaje como el del cante: de ida y vuelta. [...]

    Para abordar nuestro tema es necesario partir del pasado: un Cádiz rico y comercial que ya en la antigüedad fue denominado "emporio" por Estrabón y Heródoto, y que fray Jerónimo de la Concepción, en 1690, denomina con orgullo "Emporio del Orbe, ilustre por su origen, insigne por su nobleza, gloriosa por sus blasones, generosa por su sitio, benigna por su clima". [...]

Centro de negocios burgués y cosmopolita, Cádiz interesó a los viajeros ilustrados y emocionó a los viajeros románticos (como documentó con amenidad D. José Pedro Pérez-Llorca en su discurso de ingreso en esta casa), y vino a protagonizar la historia de España cuando, en plena guerra de la Independencia contra el invasor francés, acogió las Cortes del reino y en ella se proclamó, en 1812, la primera Constitución española. La imagen de Emporio del Orbe queda entonces complementada con la de "cuna de la libertad", así cantada por Ángel Saavedra, futuro duque de Rivas, en su poema "El desterrado" (1824). Antes que él, Lord Byron se refiere a Cádiz como "First to be free and last to be subdued": "la primera en ser libre y la última en ser sometida" [...]

Finden's Illustrations of the Life and Works of Lord Byron


    Como resultado de las invasiones napoleónicas, el XIX es el siglo de los nacionalismos, de las identidades nacionales y, también, regionales y locales. Esa identidad, y esa imagen, tienen mucho que ver con el fenómeno romántico. [...] la nostalgia de un edén meridional y la necesidad de señas de identidad concretas, pasan del siglo XIX al siglo XX a través del Modernismo, [...]
    Como ciudad mercantil rica e industriosa, un prodigio urbanístico de modernidad y confort, Cádiz no le servía al Romanticismo nostálgico ni al Modernismo decadentista, porque justamente eso, lo burgués, material y realista, no era lo "poético". Pero la belleza natural de Cádiz sí que fue percibida con fuerza por lord Byron (en Don Juan), Richard Ford, Théophile Gautier y Edmundo d'Amicis. [...]
    El 98 supuso un auténtico desastre para España en general y para Cádiz en concreto.  Las respuestas a esa crisis pasaron, como resume José Luis Millán Chivite, por el regeneracionismo, el regionalismo y, también, un peculiar localismo, autodenominado "Gaditanismo" [...] La identidad local alcanzó un clímax cuando encontró su himno: era la marcha de la zarzuela Cádiz (1886), con música de Federico Chueca y Joaquín Valverde Durán y libreto de Javier de Burgos, que ofrecía una historia patriótica en torno a las Cortes de Cádiz, entre 1810 y 1812.[...]


    Perdidas las últimas colonias en 1898, quedaba sin embargo una gran esfera de relación: la cultural, y a ello se dedicaron activamente muchos intelectuales y literatos.[...]
    Desde la antigua metrópoli la voz de Darío tiene eco en un poeta como el malagueño Salvador Rueda (1857-1933) [...] Rueda dedica a "Las naciones de América" un poema que apela a la hermandad hispánica a través de la lengua y erige a Cádiz en puente iberoamericano:


Cádiz es una mano que el mar España tiende
desde remotos siglos de bien y de fortuna,
y el borde del Atlántico, con dedos firmes, prende,
para mecer su seno con son de inmensa cuna.
                               ...

    Para Cádiz reviste especial importancia la figura del gaditano Eduardo de Ory (1884-1939), diplomático cuyas actividades fueron encaminadas siempre a mantener y fortalecer los vínculos culturales con Hispanoamérica. [...] En este mismo proyecto de hermandad se inscribe la cofundación de la Real Academia Hispanoamericana de Cienicas, Artes y Letras de Cádiz, en 1909, primera institución creada con dos objetivos: el de preparar la conmemoración del centenario de las Cortes de Cádiz y el de mantener y reforzar los lazos entre España y los países de habla española al otro lado del Atlántico.

[...]
  
  Con el Estado de las Autonomías Cádiz sigue funcionando como puente con Hispanoamérica. Así se entiende una iniciativa como el Festival Iberoamericano de Teatro (FIT), que se viene celebrando desde 1986. O una publicación como la Revista Atlántica de poesía, fundada en 1991 por Jesús Fernández Palacios y José Ramón Ripoll y financiada por la Diputación Provincial de Cádiz. O el enfoque fundamentalmente americano que se ha querido dar a esta conmemoración del bicentenario de las Cortes de 1812.

    En estos tiempos los problemas económicos subsisten agravados, pero la relación con los países de habla hispana es fluida, y la ciudad y la ciudadanía tiene asumida su condición de "cuna de la libertad" y "puente con América". Una prueba evidente es que uno de los himnos extraoficiales de la ciudad son las "Habaneras de Cádiz", escritas al a limón por Antonio Burgos y Carlos Cano (Cuaderno de coplas, 1985).[...]



    Para terminar este recorrido vamos a traer a dos grandes poetas hispanoamericanos.

    Tiene el poeta chileno Gonzalo Rojas (1917-2011) un poema ubicado en Cádiz. No se trata ni de un elogio ni de un vituperio: es un poema erótico que en cierto modo sigue en la estela de las puellae gaditanae, pero ahora con otro referente histórico: el de la prostitución sagrada en los templos de Astarté, según la costumbre fenicia [...] El poema que traemos aquí se titula "Quedeshím Qedeshóth", palabras que en fenicio significan "cortesana del templo".

Mala suerte acostarse con fenicias, yo me acosté
con una en Cádiz bellísima
y no supe de mi horóscopo hasta
mucho después cuando el Mediterráneo me empezó a exigir
más y más oleaje; remando
hacia atrás llegué casi exhausto a la
duodécima centuria: todo era blanco, las aves,
el océano, el amanecer era blanco.
             …
    
En fechas no muy lejanas viene a Cádiz el escritor colombiano Álvaro Mutis (1923), y viene precisamente por ser descendiente del erudito sacerdote gaditano José Celestino Mutis (1732-1808). [...] Cuando efectivamente llegó, fue atendido por Paz Martín Ferrero y su marido, Manuel de la Torre González: de ahí que el poema les esté dedicado a ellos. Se publicó en Los emisarios (1984), y ha de entenderse dentro de una obra literaria presidida por el personaje de Maqroll el Gaviero, alter ego de Mutis y clara actualización del viejo aventurero Ulises. El poema es hermoso porque, escrito por un espíritu libre hispanoamericano, en él podemos encontrar la metáfora de Cádiz como herencia restituida, en cierto modo como Ítaca soñada. El último verso es una cita entrecomillada del verso de Rubén Darío que más arriba comentamos:


    Después de tanto tiempo, vastas edades,
siglos, migraciones allí sorprendidas
frente al vocerío de las aguas sin límite
y asentadas en la espera
hasta confundirse con el polvo calcáreo,
hasta no dejar otra huella que sus muertos
vestidos con abigarrados ornamentos
de origen incierto, escarabajos egipcios,
pomos con ungüentos fenicios,
armas de la Hélade, coronas etruscas,
después de todo eso y mucho más,
transfigurado en la sustancia misma
que el sol trabaja sin descanso,
después de tales cosas, la piedra
ha venido a ser una presencia
de albas porosidades, laberintos minúsculos,
ruinas de minuciosa pequeñez,
de brevedad sin término,
y así las paredes, los patios, las murallas,
los más secretos rincones, el aire mismo
en su librada transparencia también
horadado por el tiempo, la luz y sus criaturas.

    Y llego a este lugar y sé que desde siempre
ha sido el centro intocado del que manan
mis sueños, la absorta savia
de mis secretos territorios,
reinos que recorro, solitario destejedor
de sus misterios, señor de la luz que los devora,
herencia sobre la cual los hombres
no tienen ni la más leve noticia,
ni la menor parcela de dominio.

   [...]
   
    Yo nombro ahora este puerto que el sol
y la sal edificaron para ganarle al tiempo
una extensa porción de sus comarcas
y digo Cádiz para poner en regla mi vigilia,
para que nada ni nadie intente en vano
desheredarme una vez más de lo que ha sido
“el reino que estaba para mí”.




El discurso fue pronunciado por la autora el día 31 de octubre, en el acto de su ingreso en la Academia Hispanoamericana de Cádiz, donde ocupará el sillón de José María Pemán. Oír el discurso fue un auténtico disfrute para los asistentes. En pocas ocasiones se experimenta tan profusamente el rendimiento de la formación humanística: una oratoria viva. Una clave del éxito, como ha dicho el profesor Manuel Ramos, estuvo en trazar ese relato a través de poetas y poesías.
Eduardo del Pino González

1 comentario:

  1. Excelente selección, Eduardo.

    Fue un auténtico placer para los asistentes pero, ahora ya, como lectores es aún más placentero ese viaje por Cádiz.
    Con tu permiso, retomo el colofón del discurso y de su intervención. El agradecimiento sincero de un alma entregada al verso:

    "Decía un poeta sufí de Córdoba:
    "Los Emisarios que tocan a tu puerta,
    tú mismo los llamaste y no lo sabes".
    Qué misterio generoso el de los caminos de la vida. Qué podría yo decir que no fuera "Gracias, muchas gracias".

    Más que recomendable lectura para los amantes de Cádiz y del arte.

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